sábado, 2 de mayo de 2015

USOS Y APLICACIONES


Los compuestos de magnesio, principalmente su óxido, se usan como material refractario en hornos para la producción de hierro y acero, metales no férreos, cristal y cemento, así como en agricultura e industrias químicas y de construcción.

El uso principal del metal es como elemento de aleación del aluminio, empleándose las aleaciones aluminio-magnesio en envases de bebidas. Las aleaciones de magnesio, especialmente magnesio-aluminio, se emplean en componentes de automóviles, como llantas, y en maquinaria diversa. Además, el metal se adiciona para eliminar el azufre del acero y el hierro. Otros usos son:

Aditivo en propelentes convencionales.
Obtención de fundición nodular (hierro-silicio-Mg) ya que es un agente esferoidizante/nodulizante del grafito.
Agente reductor en la obtención de uranio y otros metales a partir de sus sales.
El hidróxido (leche de magnesia), el cloruro, el sulfato (sales Epsom) y el citrato se emplean en medicina.
El polvo de carbonato de magnesio (MgCO3) es utilizado por los atletas como gimnastas y levantadores de peso para mejorar el agarre de los objetos. Es por este motivo prácticamente imprescindible en la escalada de dificultad para secar el sudor de manos y dedos del escalador y mejorar la adherencia a la roca. Se lleva en una bolsa colgada de la cintura.
Otros usos incluyen flashes fotográficos, pirotecnia y bombas incendiarias, debido a la luz que despide su combustión.


EL MAGNESIO EN LA SALUD

El magnesio es uno de los minerales que necesita el organismo, aunque en pequeñas dosis, para mantener su equilibrio natural. Está presente en las células nerviosas, por lo que desempeña un papel muy importante en el buen funcionamiento del sistema nervioso. Cerca del 60 % del magnesio corporal está en nuestros huesos, un promedio de 26% se encuentra en los músculos y lo restante en el tejido blando y en los líquidos corporales. El cuerpo humano contiene entre 21 y 28 gramos de magnesio.

El magnesio está involucrado en la activación de por lo menos 300 diferentes enzimas y otros agentes químicos corporales. Activa a las vitaminas B y juega un papel en la síntesis de proteínas, la excitabilidad de los músculos y la liberación de energía. Se encuentra principalmente en las mitocondrias, que son los centros de energía de las células. El magnesio regula la absorción del calcio y se agrega a la integridad de los huesos y los dientes. La glándula paratiroides también necesita magnesio para funcionar normalmente.

Es necesario para la formación de los huesos, las proteínas y los ácidos grasos, la producción de células nuevas, la activación de las vitaminas del complejo B, la relajación muscular, la coagulación de la sangre y la formación de trifosfato de adenosina (ATP; la energía que utiliza el organismo). También se necesita magnesio para que la insulina se secrete y actúe.

El magnesio cumple diversas funciones metabólicas y juega un papel importante en la producción y el transporte de energía. También es útil en la contracción y la relajación muscular. Este mineral participa en la síntesis de las proteínas y toma parte en el funcionamiento de ciertas enzimas en el organismo.

Debido a su gran importancia en el metabolismo, el magnesio se concentra especialmente en el corazón (en donde su nivel es de 18 veces mayor que en el torrente sanguíneo), el hígado, el cerebro y los riñones. Por esta razón, su deficiencia nos puede producir una gran variedad de signos y síntomas.

¿Para el tratamiento de que enfermedades se utiliza?

La hiperactividad y el autismo: El magnesio seda al sistema nervioso central y si su deficiencia es severa puede producir pérdida de la coordinación, además de confusión mental. La mayoría de los niños que sufren, ya sea de autismo o de hiperactividad tienen una deficiencia de magnesio.

Asma: El magnesio reduce la constricción bronquial al relajar a los músculos lisos.

En el embarazo: En cuanto al embarazo, varios estudios sugieren que los suplementos de magnesio ayudan a prevenir los clásicos calambres musculares de las piernas. También se utiliza para disminuir la presión arterial y las convulsiones uterinas de embarazadas con preeclampsia -en este caso se usa concretamente el sulfato de magnesio-, condición que se caracteriza por retención de líquidos e hipertensión. Y se trata de un tema importante porque si estos problemas no se controlan de forma efectiva pueden agravarse y conducir a convulsiones (eclampsia), al parto prematuro o, en el peor de los casos, a la muerte fetal.

Diabetes (de 300 a 1,000 mg diarios): El magnesio es un mineral que juega un papel esencial en la secreción y la acción de la hormona insulina. Sencillamente es imposible controlar los niveles sanguíneos del azúcar sin los niveles adecuados de magnesio dentro de las células corporales . Los pacientes con diabetes tienden a tener bajos niveles de magnesio. Estudios doble ciego indican que un suplemento de magnesio corrige este problema. Un suplemento de magnesio también puede mejorar la producción de insulina en personas mayores con diabetes tipo 2

Insuficiencia cardíaca: Los pacientes con insuficiencia cardíaca congestiva con frecuencia presentan deficiencia de magnesio, que puede provocar arritmias cardíacas. Los suplementos de magnesio (300 mg diarios) han reducido el riesgo de estas arritmias. Las personas con insuficiencia cardíaca congestiva con frecuencia reciben medicamentos que reducen los niveles de magnesio y potasio; la falta de cualquiera de estos minerales puede producir arritmias.

Cálculos renales: Citrato de magnesio y citrato de potasio(en combinación, suficiente para proporcionar 1,600 mg de potasio y 500 mg de magnesio): Muchos estudios han demostrado que los suplementos de citratos de potasio y magnesio reducen la recurrencia de los cálculos renales.( El magnesio aumenta la solubilidad del calcio en la orina, por eso previene la formación de los cálculos renales.)

Insuficiencia cardíaca congestiva: (250-500 mg al día): En un estudio doble ciego se investigó el efecto de un suplemento de magnesio oral en episodios de arritmia en personas con insuficiencia cardíaca congestiva. Quienes tomaron 3.2 gramos al día de cloruro de magnesio (el equivalente a 384 mg de magnesio elemental al día) tuvieron entre 23% y 52% menos episodios de tipos específicos de arritmias durante las seis semanas que duró el estudio, en comparación con quienes tomaron placebo. Las concentraciones más bajas de magnesio en sangre se relacionaron con una incidencia más elevada de arritmia en un estudio de población amplio.

Osteoporosis: De 250 a 350 mg diarios. En relación con la osteoporosis, podemos decir que la ingesta de complementos de magnesio es tan importante como la ingesta de complementos de calcio. Todas las mujeres que sufren de osteoporosis tienen un contenido óseo de magnesio más bajo de lo normal

Prolapso de la válvula mitral:(300-500 mg al día): La deficiencia de magnesio se ha propuesto como una de las causas de los síntomas relacionados con el prolapso de la válvula mitral. En un estudio de 141 personas con síntomas intensos asociados con este problema, los niveles de magnesio en la sangre fueron bajos en el 60% de los casos. Estas personas con niveles bajos de magnesio participaron en un estudio doble ciego en el que recibieron ya fuera un placebo o magnesio (500 mg diarios durante una semana y después 335 mg diarios durante cuatro semanas). Quienes recibieron magnesio experimentaron una reducción importante en los síntomas de debilidad, dolor en el pecho, ansiedad, falta de aire y palpitaciones.

Jaquecas: (200-600 mg al día): En varios estudios se ha observado que el magnesio ayuda a prevenir las jaquecas. Esto es por que una de las funciones claves del magnesio, es la de mantener el tono de los vasos sanguíneos. Otro posible beneficio del magnesio en los que sufren de migraña puede ser su capacidad de mejorar el prolapso de la válvula mitral, el cual está ligado a las migrañas Algunas formas de magnesio pueden provocar diarrea si se ingieren en estas dosis. Si tiene alguna duda, consulte a su médico

Fatiga: Otra indicación del magnesio como terapia nutricional es en la fatiga. Inclusive muchos pacientes con síndrome de fatiga crónica tienen niveles bajos de magnesio intraeritrocitario, una medición más exacta del estado del magnesio que el análisis sanguíneo de rutina (En el Reino Unido se realizó un estudio clínico, doble-ciego, controlado con placebo para valorar el efecto de los complementos alimenticios de magnesio en el síndrome de fatiga crónica. Al final del estudio, el 82 % de los pacientes que recibieron el magnesio como complemento, mostraron una mejoría importante en los niveles energéticos, mejor estado emocional y menos dolor)

Sordera: Una indicación muy interesante del magnesio como complemento alimenticio es en la prevención de la sordera permanente inducida por el ruido. Este tipo de sordera es más frecuente en músicos, militares y ciertos trabajadores de la industria. Generalmente estas personas están expuestas a ruidos que superan los 85 decibeles. Se hizo un estudio clínico que demostró que la complementación con magnesio disminuyó significativamente la tasa de pérdida de la audición inducida por el ruido, en los individuos que recibieron este complemento alimenticio

síndrome premenstrual: Los niveles de magnesio intraeritrocitario en las pacientes con síndrome premenstrual son mucho más bajos que en las mujeres normales es por esto que estas mujeres deben incluir el magnesio en su dieta.

Está demostrado que disminuye los niveles de las sustancias involucradas en el dolor e inflamación menstrual y previene la migraña que a veces suele aparecer durante ese proceso natural así como la retención de líquidos en las extremidades, las molestias mamarias y la hinchazón abdominal.

 Causas y síntomas de la falta de magnesio

La deficiencia de magnesio es relativamente frecuente. En la mayoría de los casos es el resultado de una alimentación pobre, de diarreas prolongadas, diabetes, mala absorción intestinal o alcoholismo. También suele producirse un déficit de magnesio cuando se toman diuréticos de forma continuada o se recibe alimentación por vía intravenosa durante períodos prolongados de tiempo. Asimismo, las embarazadas y las personas que realizan grandes esfuerzos físicos, ya sea por razones deportivas o laborales, también se encuentran expuestas a sufrir carencias de este mineral igualmente los ancianos y en las mujeres durante su período menstrual.

Otros factores que pueden contribuir a esta deficiencia son la cirugía, los diuréticos, enfermedades hepáticas, el uso de anticonceptivos, la alta ingesta de calcio y las enfermedades renales.

Los síntomas carenciales del magnesio son la falta de memoria y las dificultades en la retención. Este minera! es esencial para el buen rendimiento de los niños en la escuela, de los estudiantes en general y de las demás personas en el ámbito laboral y cotidiano.

El magnesio también contribuye a la relajación muscular, por lo que su carencia se puede traducir en una sensación constante de fatiga. Otro signo bastante evidente de la falta de este mineral es el parpadeo en el ojo. El magnesio está directamente relacionado con el buen estado de las paredes de nuestras arterias, de manera que su carencia también puede afectar al músculo cardiaco, provocando arritmias, taquicardias o pinchazos en el pecho. La razón está en que la falta de magnesio contrae las arterias y, por lo tanto, dificulta la circulación de la sangre que va a los pulmones y al corazón. En su interacción con el calcio, regula la cantidad de éste que penetra en las células a fin de controlar funciones tan decisivas para el cuerpo como el ritmo cardiaco.

Este minera! esencial tiene relación directa, junto con las proteínas, con la formación de colágeno. Si no se fabrica una cantidad suficiente de colágeno, hecho que sucede cuando tenemos escasez de magnesio, aparecen dolencias como la artrosis o la osteoporosis. Esta última contribuye al deterioro del sistema óseo, y si se padece un pequeño golpe puede ocasionar graves fracturas en los huesos.

Los síntomas de la deficiencia de magnesio se dividen en tres categorías según la deficiencia que se tenga:

Los primeros síntomas: son, entre otros, la irritabilidad, la anorexia, la fatiga, el insomnio y los espasmos musculares. Otros síntomas con características más sicológicas son la memoria deficiente, la apatía, la confusión una habilidad deficiente para el aprendizaje y los que se relacionan con estos.

Los síntomas moderados de deficiencia de magnesio: son un latido rápido del corazón y otros cambios cardiovasculares.

Los síntomas de deficiencia severos: pueden producir hormigueo, entumecimiento, y contracción ininterrumpida de los músculos, junto con alucinaciones y delirio.

Magnesio y estrés: También el estrés, muy común en las sociedades occidentales avanzadas, es capaz de provocar un déficit de magnesio debido a mecanismos neurohormonales. A su vez, el déficit de magnesio puede generar un estado de hipersensibilidad al estrés. Se establece así un círculo vicioso de perniciosas consecuencias.

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